Pueblo Ogiek: un diálogo para los derechos y medios de vida – Kenya
Desde varias generaciones, el saber y las prácticas de los Ogiek del Monte Elgon, en Kenya, son puestos al servicio de sus medios de vida y de los ecosistemas de los cuales dependen.
Hacían pastear su ganado, obejas y cabras en la landa Chepkitale del Monte Elgon y en los bosques dónde colectan la miel. Sus clanes, el concejo de los sabios, las reglas locales y el saber autoctona aseguraron el buen mantenimiento del medio ambiente del cual dependen. Sin embargo, el en año 2000, el Concejo del condado del monte Elgon demandó al gobierno de anunciar oficialmente la transformacion de Chepkitale en reserva nacional de fauna, lo que volvió ilegal el mantenimiento de los Ogiek en sus tierras ancestrales. No era la primera orden de expulsión que recibían. Durante expulsiones anteriores, la población de elefantes fue diezmada por cazadores furtivos quienes aprovecharon de la ausencia de los Ogiek. Las expulsiones también produjieron graves violencias en las zonas donde los Ogiek fueron reubicados, debido a los conflictos con los numerosos y más poderosos pueblos quienes ya vivían en ese lugar. En el 2011, los Ogiek pidieron ayuda para resistir a nuevas expulsiones de sus tierras ancestrales, y la ONG Forest Peoples Programme apoyó una «evaluacion piloto Whakatane» – esencialmente un diálogo con el gobierno y otras organizaciones para conseguir un mejor reconocimiento de sus capacidades y de sus derechos.
El apoyo de la Fundación PKF permitirá a las comunidades Ogiek del Monte Elgon de recolectar pruebas, organizar debates comunitarios y participar a una cartografía participativa con el objetivo de proveer elementos de prueba que necesitan para su proceso en curso delante de la Alta Corte del Kenya en contra de la expulsión. Esta ayuda tambien servirá al desarrollo de medios de presión y herramientas para hacer conocer su situación y para hacer que las organizaciones de conservación realmente trabajen con ellos para apoyar sus prácticas de subsistencia duradera y reforzar sus estructuras de manejo. El objetivo es permitirles hacer reconocer sus derechos a la tierra y defender su estilo de vida sostenible.