¡El B’lann de Filipinas continua procurando por la seguridad de la tierra y el alimento, la justicia social y la paz!
La red de Organizaciones Interculturales para la Solidaridad y la Paz (ICON-SP) es una red de colaboración relativamente nueva, entre varias poblaciones trivalentes ( en alusión a los Musulmanes, los colonos Cristianos y los pueblos indígenas de Mindanao) y otras organizaciones comprometidas en trabajar juntas para el establecimiento de la paz, los derechos humanos y el sustento en un entorno sostenible en Mindanao.
El área con la que cuenta el ICON-SP tiene una larga historia de conflicto profundamente arraigado en la discriminación cultural y económica y la pre-eminencia política. El círculo cerrado de violencia ha dibujado experiencias traumáticas en los corazones y las mentes de las tribus y familias afectadas. En realidad, el conflicto violento fue manipulado para controlar la tierra y los recursos naturales, desplazando al pueblo y privándoles de sus modos de sustento. La totalidad de la isla de Mindanao esta sometida a la agresiva expansión de corporaciones mineras a gran escala y plantaciones dedicadas a la agricultura de negocio, establecidas frecuentemente justo después de una intensa operación militar que produjo miedo y desplazamientos de la población civil. El área de Columbio – que abarca tierra agrícola y cuencas forestadas, está especificada para la extracción de oro y cobre de primer orden con operaciones a comenzar en 2016. Mientras la mayor parte del pueblo se opone a ello, algunos líderes de la comunidad, atraídos por los beneficios personales, otorgan su aprobación. Como resultado familias y comunidades están divididas.
Una de las acciones que ha llevado a cabo el pueblo de Columbio — en especial los pueblos indígenas B’lann— ha sido la de recoger firmas y completar una petición contra la minería ante la Corte Suprema de Filipinas. Esta petición fue resuelta positivamente a favor… pero, a los pocos meses, se le dio la vuelta al veredicto para permitir a las corporaciones mineras operar bajo 100% de propiedad filipina. Perdida esta batalla legal, las comunidades de Columbio dirigieron sus esfuerzos hacia la mejora de sus condiciones económicas, para, al menos, cubrir sus urgentes necesidades de alimento y seguridad en las tierras. Hasta ahora no se han asegurado el Certificado de Dominio Ancestral pero si un Certificado de propiedad colectiva durante diez años según un programa de reforma agraria.
Con la ayuda de la Fundación PKF, el pueblo de La Bugal B’laan, situará en el mapa y hará inventario de los recursos locales, aprendiendo y aplicando prácticas sostenibles para aumentar la producción de alimento tanto en las tierras de arriba como en las de abajo ( alrededor de cincuenta hectáreas) cuidarán de las aguas y colaborarán trabajando y vendiendo sus productos. El proyecto durará dos años, demostrando la capacidad de los grupos marginados, como el B’laan, para alzarse contra la injusticia. Su espíritu de solidaridad es muy alto, en cuanto pueblos diferentes ( Musulmanes, Cristianos, pueblos indígenas) unidos para defenderse contra los proyectos destructivos y demostrar modos alternativos de sustento.
La continuada lucha del B’laan contra los gigantes de la minería es bastante popular entre el movimiento de resistencia filipina contemporáneo, como un ejemplo de “David y Goliat”. Una vez perdido su caso legal, el lider de la organización B’laan se encaró con la prensa transmitiendo este mensaje: “La lucha no está perdida, otras vias hay para perseguir los objetivos. La batalla legal es precisamente el principal escenario. Nosotros continuamos estando vigilantes, para defender nuestros derechos y el futuro de la generación por venir. ¡No estamos debilitados… sino aún más fuertes!” En tanto que se mueven con el objetivo de la agricultura sostenible y la mejora concreta de sus vidas, estos pueblos continúan desplegando su solidaridad e inspirando comunidades de pensamiento parecido a través de las Filipinas.