Alassane Zoumaru: inventar un banco cultural Taneka para la memoria colectiva y la cohesión social (Benin)
Alassane Zoumarou, descendiente de la estirpe de los “Gnam-né” hacedores de la lluvia en Bénin, familia de los grandes sacerdotes tradicionales y poseedor del calendario de producción agrícola, es heredero de una historia y de valores artísticos y culturales. Ya en su juventud manifestó su voluntad de conservar los bienes culturales de la familia lo que le llevó a convertirse en “discípulo” muy considerado. Los criterios para convertirse en discípulo en la comunidad se asientan en dos aspectos.
Primer aspecto: La pertenencia a una estirpe o clan; la elección de discípulo a este nivel es fruto del consenso familiar. La elección será o no aprobada por los altos dignatarios que darán testimonio de comportamientos ejemplares de su futuro relevo. La celebración de manifestaciones de entronización es obligatoria.
Segundo aspecto: El buen comportamiento de una persona en el cumplimiento de trabajos o servicios comunitarios puede desembocar en una nominación. Aquí, al receptor no se le somete a las diferentes ceremonias de entronización pero disfruta de los poderes conferidos por la clase de los altos dignatarios. Es portavoz de los dignatarios.
La partida para seguir sus estudios en la ciudad sumió a Alassane Zoumarou en un constante muy amargo a propósito de los objetos de su familia. Unos, destruidos por las inclemencias, otros saqueados, liquidados y luego vendidos a los expatriados. La búsqueda de las razones de la ausencia de cuidados y la desaparición de los objetos desembocaba en un único punto: “ nuestros objetos son improductivos”. Este prejuicio inducido en los valores materiales es obra de las religiones exógenas. Estas religiones son el cristianismo y el Islam que por predicamento condenan las prácticas culturales. En cuanto al colonialismo, ha arrastrado al robo de los bienes culturales pertenecientes a los individuos así como los de las colectividades. Muy pronto, Alassane ha emprendido sesiones de cambio, emisiones en radios rurales y alegatos en internet acerca de una buena conservación de las riquezas culturales. Gracias al Programa de Apoyo a las Iniciativas Descentralizadas (PSCD), una financiación de la Unión Europea, pudo conocer la Escuela del Patrimonio Africano (EPA) en Porto Novo, en la República del Bénin. Gracias a esta institución ha tomado parte en un seminario sobre los bancos culturales de Mali, seguido por otras formaciones. Su deseo de proteger el resto de la herencia familiar y de hacer de ello un granero productivo ha desembocado en la creación de la banca cultural Tanéka, proyecto sobre el cual ha presentado una memoria sobre mediación cultural (Licencia profesional) en la Universidad de Provence Aix –Marseille I en Francia. Desde su creación en 2012, este museo ha apoyado a 155 conservadores y a 47 asociaciones culturales en sus iniciativas, en sensibilizaciones, informaciones, formaciones y en la creación de un nicho de diálogo después de la concesión de microcrédito. La aportación de la banca cultural Tanéka ha permitido establecer un repertorio de artistas y herederos Tanéka que dan testimonio de su condición de vida gracias al apoyo de la banca cultural.
Los actores de la banca cultural son: los sacerdotes tradicionales, los curadores, guias de turismo, los arboricultores y los artistas de la música y la danza tradicionales. La banca cultural Tanéka es un marco de solidaridad, de correspondencia y de una cultura del amor.
A la vez, la banca cultural Tanèka es un instrumento de protección y valoración de los patrimonios locales y de desarrollo local. Comprendre tres entidades:
- Un museo comunitario donde se exponen los objetos dejados en depósito por las poblaciones. El museo de la banca cultural preserva los bienes testimonios y garantes de la identidad de las comunidades que están viviendo en el territorio Tanèka. Es un dispositivo eficaz contra el tráfico ilícito y para la reducción de la pobreza en el seno de los pueblos, hoy por hoy, el museo alberga 952 objetos (instrumentos de música, adornos, objetos rituales, objetos cotidianos, vestimentas, piedras talladas, armas de caza, defensa y restos de animales).
- Una caja comunitaria que aplica el sistema del microcrédito. A cambio del depósito de un objeto, se autoriza un préstamo siempre que exista un proyecto de desarrollo generador de devengos. Reembolsado lo prestado, el propietario del objeto puede recuperar su bien o negociar un nuevo préstamo. Queda siempre vigente la posibilidad de tomarlo prestado del museo por necesidades de una ceremonia o una celebración y reponerlo enseguida.
- Un centro de formación y de cultura. Este centro tiene por vocación : La alfabetización y la iniciación en la gestión de una mini-empresa, compatibilidad, gestión y organización de la producción, búsqueda de nuevas salidas para los artesanos, funcionamiento de cooperativas…etc
- La participación, mediante los objetos del museo, de las culturas y tradiciones de las comunidades del Pais Tanéka. Se organizan exposiciones, conciertos, espectáculos y conferencias.
La banca cultural Tanéka es un lugar de encuentro y cohesión social; permite a cualquiera vivir su patrimonio en un espacio de diálogo intercomunitario y de participación.
A su vez es la casa madre de una decena de asociaciones de mujeres que gravitan alrededor y que se pueden reagrupar en diferentes temáticas: en el ámbito de la salud, la gestión de recursos y de la música. Hace el seguimiento y coordina la implantación de un jardín botánico con una superficie de alrededor de 10 hectáreas en Tchouchouhou (TanékaBéri) el cual conserva y pone en valor las plantas y los sabores tradicionales.
Los recursos de la banca cultural son los ingresos que devienen de las visitas guiadas a sus exposiciones, de un porcentaje de la venta del artesanado y de los intereses (5% ) deducidos sobre cada préstamo.