El reto ambicioso de Kanan en Yucatán, Mexico: ¿cómo enfrentar los conflictos internos en comunidades desinformadas y polarizadas?
Kanan Derechos Humanos (en breve Kanan) es una organización no gubernamental ubicada en la Península de Yucatán, en México. Es fundada y dirigida por personas jóvenes defensoras de derechos como respuesta a la vorágine de amenazas al territorio y a las comunidades en la península. La organización defiende y promueve los derechos humanos a través de litigios estratégicos, comunicación para el cambio social y fortalecimiento de procesos organizativos de los actores sociales. La idea central es de transformar las estructuras de desigualdad, en particular acompañando procesos vinculados con los derechos del pueblo maya frente a la imposición de granjas porcícolas, que se desarrollan en un grave contexto de contaminación e impunidad.
La primera denuncia por violaciones a derechos humanos por granjas porcícolas en la península data de aproximadamente 10 años, con el caso de la comunidad maya de Kinchil. Desde entonces, y sobre todo en los últimos tres años, el número de comunidades que han levantado alguna denuncia o queja por esta industria ha aumentado. En ese mismo tiempo, Kanan ha acompañado a dos comunidades, Chapab de las Flores y Sitilpech, pero han solicitado apoyo al menos otras tres más, mismas que a la presente fecha Kanan no ha podido acompañar debido a los altos costos jurídicos, técnicos y humanos que se requieren para llevar un solo caso. Adicionalmente, al menos otras 8 comunidades mayas de la región señalan afectaciones por la industria.
Los patrones que sigue la imposición de las granjas se centran en la ausencia de consultas previas con las comunidades mayas en donde se asientan; la falta de permisos para la carga y descarga de agua subterránea; ausencia de permisos de cambio de uso de suelo (para poder deforestar y construir); falta de procesos de fiscalización para el adecuado funcionamiento; inexistencia de evaluaciones de impacto ambiental. Es importante subrayar que se utilizan regularmente las necesidades históricas de las comunidades para manipularles para aceptar a las granjas. Por ejemplo, muchas instalan consultorios médicos gratuitos en comunidades con carencia de estos servicios, presionando que, si la granja es retirada, las personas perderían la atención.
El estado actual de la defensa no es sencillo. Desde el inicio de 2023, además de la impunidad con la que opera la industria, se suman acciones de criminalización, amenazas, detenciones arbitrarias y discursos de odio en medios de comunicación contra las comunidades y organizaciones que, como Kanan, se han posicionado frente a esta industria. Actualmente, la organización es parte de un mecanismo de protección a personas defensoras de México, raíz de diversos ataques y amenazas recibidos.
Desde el 2022, la Fundacion Feyerabend colabora con Kanan para imaginar y construir un ‘desarrollo’ que avalore la cultura maya y ofrece alternativas al empleo en las granjas porcícolas en la comunidad de Chapab de las Flores. Esto es un reto mayor, frente a un Estado aquiescente a todo que se justifica como ‘desarrollo’, y a una sociedad cada vez más desinformada y polarizada. Y las dificultades se presentan también a causa de conflictos de intereses en las comunidades, en particular entre los ejidatarios y la población que no tiene derechos sobre las tierras, y entre las familias que tienen hijos que trabajan en las granjas y las que no tienen y más que todo quieren que se pare la contaminación. Estos conflictos internos son el reto más poderoso que Kanan tiene que enfrentar y solucionar de forma pacifica y positiva. Una organización maya que trabaja localmente va pronto colaborar más con Kanan justamente para construir estas soluciones… pero el tema es universal y las experiencias y los consejos que se puedan compartir serían muy apreciados.